domingo, 18 de noviembre de 2012

LOS VALORES COMO PRINCIPIOS EN LA CONSECUCIÓN DE OBJETIVOS


Rud Gullit en una de sus frases para la reflexión dijo “Un equipo es como un reloj: si se pierde una pieza todavía es bonito, pero ya no funciona igual”

Esto nos da a entender la importancia que tienen los jugadores como individuos dentro del colectivo.

Es indudable que el fútbol es un deporte colectivo y que el equipo siempre debe prevalecer frente a lo individual, pero no debemos olvidar que el rendimiento del grupo pasa por el rendimiento de cada jugador.

Con esto quiero dar a entender que cada jugador en su persona tiene un doble reto: 
  1. Mejorar como jugador
  2. Mejorar como equipo

A lo largo de este artículo quiero hablar sobre ese parámetro de “mejorar como jugador”
¿Puedo mejorar como jugador? ¿Qué debo hacer? ¿Cómo debo hacerlo?

Todos sabemos que existen muchos elementos que pueden repercutir en la mejora y el rendimiento de un jugador, pero hoy quiero focalizar la atención sobre los valores como elementos de mejora

Compromiso, esfuerzo, sacrificio, perseverancia, ilusión… son valores que posibilitarán un rendimiento eficaz y una mejora cualitativa en los jugadores.


El compromiso implica muchas acciones, unión, respeto, identificación… Cuando hablamos de compromiso hablamos de respetar un vinculo, de entregarse en cuerpo y alma a un contrato con una persona, una entidad o con uno mismo.

Los jugadores que desarrollan el valor del compromiso desarrollan paralelamente la capacidad de concentración, permitiendoles abstraerse de elementos externos que obstaculicen su progresión.

El esfuerzo es la capacidad enérgica del cuerpo o espíritu para conseguir algo. Los retos que se nos presentan en este deporte son constantes, la competición contra uno mismo, contra los compañeros y los adversarios son exámenes diarios en entrenamientos y partidos. En muchos casos estos retos exigen poner al propio cuerpo al límite y no todo los jugadores son capaces de hacerlo.

Los jugadores que son capaces de tener como virtud el esfuerzo espontaneo serán capaces de avanzar más rápidamente por el camino de la mejora y la eficacia.

Entendemos por sacrificio a la renuncia o privación que hacemos por algo o alguien. La vida del futbolista demanda cuidar la alimentación, respetar horas de sueño, renunciar a ciertas actividades de riesgo y muchas más situaciones que pueden poner en riesgo mi estado de forma física y mental.

Los futbolistas deben convertir el sacrificio en algo positivo, en acciones normales dentro de su estilo de vida. Intentar no contemplarlos como renuncias.

La perseverancia es la constancia, firmeza y tesón en la realización de las cosas. En el fútbol se sufren muchas situaciones, justas, injustas, fortuitas, merecidas… El jugador debe aprender a que no hay que bajar los brazos en ningún momento, ya que nadie va a venir a levantarlos por él. Perseverar en el trabajo, el esfuerzo, el sacrificio, la constancia se puede convertir en uno de los valores más importantes a desarrollar y asentar por los jugadores que quieren alcanzar un alto rendimiento en sus capacidades.

La ilusión debe ser el motor de las personas, creer en lo que se quiere alcanzar partiendo del realismo y el conocimiento, convierte a este valor en el estandarte de todo individuo y en consecuencia de todo jugador de fútbol.

Posiblemente sea el valor más vulnerable, el que más se debilita por el los agentes externos (lesiones, problemas personales, poca continuidad en el juego, confianza de  entrenadores, dinámicas de equipo, etc). Debe ser el que más cuidemos,  todos los días podemos descubrir detalles positivos en todo aquello que nos sucede en los entrenamientos, partidos y vida personal.

Es importante conocer los límites y la realidad a la que queremos enfrentarnos, pero jamás debemos caer en el desanimo de dejar de creer en aquello que nos permite vivir.

La ilusión es el motor de la vida, aquello que nos permite afrontar los días con positivismo y disfrutar de todo aquello que nos sucede.

Aunque parezca absurdo, trabajar los valores nos permitirá mejorar y progresar más rápidamente. El entrenamiento de estas capacidades es en muchos casos más importante que un buen entrenamiento técnico, táctico o físico y lo más importante de todo es que depende única y exclusivamente de UNO MISMO trabajar y potenciar estas virtudes.

No lo olvidéis nunca:
“El fútbol es de los futbolistas”